Por dónde empezar: ¿Transformación Digital o Innovación?

Ésta es una discusión que puede generar apasionamientos profundos y posiciones filosóficas muy encontradas: ¿qué reto debemos enfrentar primero: implementar transformación digital en la empresa, o hacer innovación?

Aunque he pasado más de dos décadas involucrado en grandes retos tecnológicos y en ejercicios de innovación empresarial en variadas industrias, no me había topado antes con una discusión más confusa y llena de contraposiciones como la que titula este artículo. Quiero compartir con ustedes no sólo mi visión, si no también mi experiencia en el mundo real en empresas grandes y medianas con respecto a estos dos importantes retos empresariales.

Primero, debemos establecer definiciones que nos permitan tener un terreno en común, acá les propongo conceptos (tal vez simplistas, pero prácticos) para ese fin:

• Innovación es un esfuerzo disciplinado y sistemático que persigue la evolución continua de la organización, con la meta de agregar valor a nuestros clientes, a nuestra empresa y a la sociedad.
• Transformación Digital es la incorporación de tecnologías digitales con el fin de mejorar la experiencia del cliente o la implementación de nuevos modelos de negocio para la empresa.

Esto significa que Innovación y Transformación Digital NO son sinónimos ni procesos similares, aunque están muy interrelacionados en la hoja de ruta de las empresas en este siglo 21.

Ahora bien, muchas empresas llevan algún tiempo hablando de ambos conceptos, mezclándolos sin mucho cuidado, pero sobre todo generando resultados poco atractivos en la gran mayoría de los casos. En mi experiencia, esta falta de resultados responde a un claro desconocimiento de parte de los altos mandos, pero también a una ola de comercializadores y pseudo-expertos que ofrecen ambos conceptos como panaceas modernas empresariales.

Entonces, ¿por dónde empezar?

Ningún esfuerzo de innovación o de transformación digital puede ser exitoso, sin primero entender cómo se relacionan a la estrategia de la organización. Esto implica que nuestra empresa tiene un ejercicio de planificación estratégica bien desarrollado, que responde a las preguntas más importantes: ¿cuál es nuestra situación presente?, ¿a qué retos nos enfrentamos en el corto y mediano plazo?, y ¿qué clase de empresa queremos ser en ese futuro?

Si existe una visión estratégica clara, podemos partir de allí para definir también por qué debemos innovar (cómo aporta a la hoja de ruta de la empresa) y cómo vamos a hacerlo, lo que incluye decidir cuánta tecnología queremos utilizar y en que momento debe formar parte de este esfuerzo.

Luego debemos implementar un sistema de innovación empresarial que se conecte directamente con la estrategia de la organización: procesos, indicadores, intervinientes internos y externos, y recursos dedicados. Sé que esta no es una definición que comulgue con la visión "cool" de innovación, sin embargo es la única que logra generar resultados tangibles y sostenibles en el tiempo. Todo lo demás (puffs, mesas de ping pong, salones multicolores, eventos tipo hackathon, etc.) son más "teatro de la innovación" y no fomentan una disciplina empresarial real.

Finalmente, con una estrategia clara y un sistema de innovación en curso, será más fácil definir una hoja de ruta de transformación digital: decidir qué áreas de la empresa se pueden intervenir con el foco de brindar una mejor experiencia a nuestros clientes o la experimentación con nuevos modelos de negocio y nuevos mercados. Acá un tip: el mejor camino es la implementación a escala de una transformación digital. Resulta más eficiente hacer pruebas piloto o MVPs en nuestras empresas al arranque, ya que los riesgos y esfuerzos son menores y cuando se alcanza el éxito con estos pilotos, se genera credibilidad y tracción con la hoja de ruta dentro de la empresa.

De seguro esto suena a un viaje más largo y más complejo de lo que la mayoría vende, pero el hecho es de que no existen fórmulas mágicas ni rápidas cuando queremos contar con las capacidades instauradas para poder evolucionar nuestro negocio y enfrentar nuevos y cambiantes escenarios.

Si te gustaría conversar más al respecto, te invito a contactarme para conocer más sobre tus retos empresariales y cómo podemos enfrentarlos juntos.

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